To have and Have Not (Howard Hawks, 1944)








Repetir fórmulas lleva el riesgo de que la efectividad de la fórmula se vaya diluyendo con el tiempo o que sus ingredientes sean mezclados de manera desproporcionada y el resultado sea inferior al original.


Algo de esto último ocurre en To have and Have Not. La fórmula es la misma de la inoxidable Casablanca (Michael Curtiz, 1943): Segunda Guerra Mundial, un territorio exótico (en este caso Martinica), rebeldes, espías, alemanes sádicos, jefes de policías pintorescos, un héroe cínico que luego termina ablandándose y un acto de heroísmo en ciernes. Y por supuesto: el romance. Y aquí tenemos el problema de la película.














En To have and Have Not, el solitario capitán Harry Morgan (Humphrey Bogart) se gana la vida llevando  a turistas de pesca. Su único compinche es un borrachín simpático interpretado por Walter Brennan. Se intuye que de vez en cuando hace trabajos de contrabando cuando el dueño del hotel donde vive le proponga transportar a rebeldes refugiados en el hotel y Morgan rechace el encargo por precaución. En ese mismo hotel conocerá a Marie (Lauren Baccall), y el flechazo será inmediato. Una sangrienta irrupción de la policía en el hotel para capturar a los rebeldes termina con uno de los rebeldes prófugos y con Harry y Marie como sospechosos junto al dueño del hotel. En la delegación policial le quitarán a Harry el poco dinero que lleva en los bolsillos y dejarán varada a Marie sin pasaporte ni dinero para volver a su hogar. La ayuda a Marie y la necesidad de dinero llevará a Harry a aceptar la propuesta del dueño del hotel.











El coqueteo entre Marie y Harry es agotador y deja de ser divertido para convertirse en algo incómodo (la larga y ridícula secuencia de la botella, por ejemplo). El personaje de Bogart no es muy distinto al Rick de Casablanca, por lo tanto, el flirteo con una muy joven femme fatale como Marie termina por hacernos dudar si Harry está tan de vuelta como parece. No es que una femme fatale no pueda manejar a un hombre astuto (ahí está Double Indemnity (Billy Wilder, 1944) para demostrarlo) pero en Marie no hay maldad, por lo tanto parece que jugara a la femme fatale simplemente para seducir a un Harry. Esta incomodidad en el ida y vuelta de la pareja sepulta muy buenas escenas como las del escape del hotel o la búsqueda de un lider de la rebelión y su esposa. Pero si la relación entre Marie y Harry es un estorbo para la historia, el personaje de Walter Brennan es el romance de la pareja pero en versión alcohólica. Es un descanso cómico que termina siendo una tortura para el pobre Harry que ya tiene que soportar a Marie. De hecho, solamente hay dos personajes que salen indemnes del desequilibrio del guión: uno es Harry (que hace lo que puede) y el otro es Frenchy (Marcel Dalio) que en cada escena donde interviene parece dejar en claro que no está para pavadas.





Cuenta la leyenda que Hawks le apostó a Hemingway que podría hacer algo bueno con una de sus peores novelas y que Hemingway aceptó la apuesta ofreciendo To have and Have Not.









Hemingway sabía que iba a ganar.

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