Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (Pedro Almodóvar, 1980)

 

Película inequívocamente inspirada en el cine de John Waters pero con tics de Berlanga y los Monty Phyton, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón cuenta la historia de Pepi (Carmen Maura), una chica que pierde la virginidad a ser violada por un policía. Al querer vengarse, le pedirá a los integrantes de una banda de rock donde toca su amiga Bom (Alaska) que le pegue al policía a cambio de varias macetas con plantas de marihuana. Por equivocación, la banda golpeará a su hermano gemelo. Gracias a este error, Pepi se relacionará con Luci (Eva Silva) la esposa del policía, una masoquista que tendrá una relación sadomaso al conocer a Bom hasta que su marido la reconquiste recurriendo a la violencia que ella siempre esperó de él. 

La película es errática debido a su muy bajo presupuesto. A pesar de esto, Almodóvar se las arregla para suplir esta falencia con bastante entusiasmo, una ajustada dirección de actores (hay improvisación, pero controlada) y desparpajo saludable (la mujer vestida de Scarlett O' Hara, la cantante que piensa que todos las toman por puta, o la mujer barbuda que no se afeita para satisfacer las pulsiones homosexuales de su marido). Desparpajo que todavía sobrevive e incluso incomoda como es el caso del placer que siente Luci cuando su marido la golpea. Es una escena filmada con una intensidad sexual que sorprende por la brutalidad (casi que rompe el tono de la película) pero que mantiene coherencia con la psicología del personaje. Como John Waters, Almodóvar no era un provocador gratuito.

Con estas virtudes, no es raro que Almodóvar haya conseguido mejores presupuestos para perfeccionar este estilo con guiones mejor armados hasta que colocó el punto final con Mujeres al borde de un ataque de nervios (que bien se puede leer como una continuación Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón). Después, Almodóvar fue alejando de su cine las virtudes que él suponía defectos para perfeccionar los defectos que él suponía virtudes.

Pero faltaría una década para eso.