Tekoa Arandu (Fernando Nogueira, 2008)

 

Los Mbya viven en Pozo Azul, Misiones. A la fecha del documental la comunidad es habitada por 250 guaraníes.  El documental retrata la cotidianidad de esta comunidad que fue perdiendo los límites de su territorio a manos de los blancos que deforestan bosques, pavimentan tierras o directamente los quitan del medio. A medida que el documental avanza, se nota la fragilidad de una cultura que parece no encontrar la vuelta para no desaparecer. Son tantas las amenazas que se ven incapaces de afrontarlas. 

Un ejemplo es el progreso. Hay un reclamo por una ruta que atraviesa sus tierras y por la cantidad de chicos que murieron atropellados en esa ruta. El documental, entonces, nos muestra a chicos de no más de seis o siete años al borde de la ruta o directamente jugando en ella mientras se advierten entre ellos la llegada de los camiones. 

Otro es la pobreza. La explotación de los guaraníes agregada a la subalimentación termina por debilitar a la comunidad que se ve poblada de adolescentes embarazadas, madres jóvenes con muchos chicos, padres con trabajos inestables o mal pagados y condiciones de vida miserable.

Y el tercer problema es también la posible solución que el documental intenta proponer como analizar: acercar las dos culturas mediante la educación. Obviamente, los maestros son la herramienta fundamental para lograr este objetivo. Vemos, entonces, maestros que enseñan a sus alumnos el guaraní pero también el castellano. Los educadores aspiran a que alguno de sus alumnos lleguen a una educación superior; sin embargo, la congoja de uno de los maestros supone algo de escepticismo en su utopía.

El documental es del 2008. Sería interesante un nuevo documental para saber qué ocurrió con esta comunidad más de una década después.