Detenuto in attesa di giudizio (Nanny Loy, 1971)

Nanny Loy toma como base El Proceso de Franz Kafka para realizar una denuncia sobre la burocracia del poder judicial y la demora en la concreción de los juicios.

Giusseppe Di Noi (Alberto Sordi) es el dueño de una constructora que se toma unas vacaciones junto a su familia antes de arrancar con un nuevo proyecto. Cuando cruce la frontera suiza para pasar a Italia será detenido sin muchas explicaciones y trasladado de cárcel en cárcel hasta que se le notificará que está detenido por el asesinato de un ciudadano alemán. A partir de este momento, la incertidumbre de Sordi terminará por destruirle los nervios y tendrá un final inesperado.

La adaptación de El Proceso (no acreditada) es atractiva y la película corre un riesgo al apartarse de la obra de origen para forzar un mensaje que ya se encontraba sutilmente enunciado en su primera mitad; y al subrayar la denuncia, el relato se convierte en un rutinario drama carcelario donde comienza a mezclarse todos los tópicos posibles (abuso sexual puertas adentro del calabozo, abuso policial, encerrona en un manicomio) que van resintiendo la consistencia de la historia hasta volverla inverosímil a pesar de momentos carcelarios casi documentales muy bien logrados. 

Igualmente, la película todavía conserva cierto interés justamente por la relación con la obra de Kafka que al principio funciona muy bien, algunos momentos de una intensidad contundente y además por el eterno placer de ver actuar a Alberto Sordi.