Cocalero (Alejandro Landes, 2007)

 

Sin lugar a dudas, Evo Morales es la personalidad política más relevante de Bolivia en las primeras décadas del siglo XXI. Este documental recorre los días previos a la asunción de Evo como presidente de Bolivia luego de ganar las elecciones en el 2007 pero también es una mirada sobre la sociedad que a Evo le tocará gobernar. Una sociedad desigual con campesinos analfabetos dominados por una clase alta despectiva hasta la violencia con el coya que es anticipada en la anécdota que cuenta Evo al comienzo de la película cuando vio que la policía quemaba vivo a un perseguido político.

Una de las claves de la desigualdad tal vez sea la persecución a los cocaleros quienes repiten una y otra vez que los yanquis inventaron la cocaína para exportarla a EEUU, pero que la coca es inofensiva y parte de la naturaleza. Esta persecución, plagada de luchas contra un Estado opresor que incluso llega a reprimir un acto partidario de Evo, es una de las pistas también para entender el fenómeno Morales dentro de Bolivia.

Pero si Evo es la parte masculina de la lucha, la parte femenina (y más enérgica) es la campesina que vive junto a su esposo, ambos militantes de Morales, quien se carga la campaña al hombro, enseñándole a votar a los iletrados, arengando a las mujeres que van a los mítines, confiada que Evo es la esperanza de Bolivia y convencida de lo que representa para el país. También la vocera de Evo es una pieza importante del grupo y, cómo no, la peluquera.

El final del documental es con Evo Presidente y un grupo de costureros diseñando su traje presidencial en relación directa con los pueblos originarios. Después de ver el documental, uno no deja de pensar que trece años después Evo será derrocado por reivindicar a ese campesinado que lo apoyó, por mejorarle la calidad de vida y darles dignidad. Algo que a la clase pudiente boliviana les resultó, por más de una década, intolerable.