Last exit to Brooklyn (Uli Edel, 1989)

 

Algo parecido al famoso cross en la mandíbula de Arlt pero más doloroso. Todo se inicia en un Brooklyn de 1952, plena guerra de Corea, donde hay una fábrica en huelga, un delegado gremial acosado por su reprimida homosexualidad (Stephen Lang), una chica que gana algunos dólares prostituyéndose (Jennifer Jason Leigh), una pandilla  de vagos sin futuro (Peter Dobson, Stephen Baldwin), un adolescente enamorado de la prostituta (Jason Andrews) y la familia encabezada por un obrero de la fábrica en huelga (Burt Young) con su joven hija soltera embarazada (Riki Lake).

Estos personajes (y otros secundarios igual de sufridos), se atomizarán en una huida hacia ninguna otra parte que no sea el infierno: el delegado deja salir su homosexualidad pero mantiene a sus amantes robando dinero al sindicato, la prostituta se relacionará con un militar quien la abandonará sin dinero y con una enfermedad venérea, y el joven enamorado de ella, que durante toda la película anhela una moto, cuando finalmente logre comprarla para pasear junto a su amada, será testigo de la flagelación de la prostituta donde perderá la inocencia sin remedio. Solamente la familia encontrará una salida dentro de ese infierno que coincidirá con el fin de la huelga y el nacimiento del bebé. Los pandilleros seguirán igual aunque se adivina el futuro que les espera.

Uli Edel filmó está atípica película que por momentos parece rodada de manera clandestina y por otros tramos tiene cierto aliento germánico. Fotografía oscura, sombras y edificios amenazantes, mucha suciedad y sordidez. Pero en la película esta enumeración no se presenta de manera recargada, sino que es parte activa de la narración que describe sin diplomacia un lado B del sueño americano donde conviven represiones al movimiento sindical, desocupación, odio de clases y violencia. Película tal vez irrepetible, cuenta con música de un Mark Knopfler muy denso y ominoso e intensas actuaciones de Stephen Lang y Jennifer Jason Leigh.  Una joyita oculta perdida en el basurero.