What ever happened to Baby Jane? (Robert Aldrich, 1962)

Tétrica y perturbadora historia de celos y odio entre dos hermanas que acumulan años de veneno mutuo.

Baby Jane Hudson (Bette Davis), otrora rutilante y vendedora niña prodigio, termina siendo una vieja empecinada en peinarse con los rizos de su niñez mientras conserva una muñeca que es su réplica de niña y la cual se vendía al finalizar sus shows. Baby Jane cuida a su hermana Blanche (Joan Crawford), lisiada en una silla de ruedas luego de un confuso accidente de auto que ató la existencia de una hermana con la otra como un lastre. Blanche supo ser también una estrella en su juventud, aunque con más prestigio artístico, justo en el mismo lapso donde el estrellato de su hermana se oscurecía para siempre.

Baby Jane odia a su hermana al punto de servirle como cena su mascota o una rata. La hermana soporta inexplicablemente todas las vejaciones que lentamente van escalando al punto de atarla a la cama con días sin comer. Las cosas perderán el control cuando Baby Jane se deschavete del todo y termine con un cadáver en el baúl del auto mientras huye a la playa

Perturbador tour de force entre dos inmensas Joan Crawford y Bette Davis que Robert Aldrich, con su habitual nervio, da una vuelta de tuerca más truculenta a la obra maestra Sunset Boulevard (Billy Wilder, 1950)  cuyo final es casi un homenaje-parodia a aquella película interpretada por Gloria Swansson. Aldrich construye una película que todavía tiene la capacidad de verse con los dientes apretados, con momentos de una intensidad casi insoportable y con un humor negro tan perverso como disfrutable, en parte gracias a la presencia de Victor Buono.

Sencillamente imperdible.