El arreglo (Fernando Ayala, 1983)

 

Durante fines de los años setenta y principios de los ochenta, Aries tuvo aciertos cinematográficos que se convirtieron en clásicos del cine argentino.El arreglo tal vez sea la menos recordada frente a películas más resonantes como La Patagonia Rebelde (Héctor Olivera, 1974) o Plata Dulce (Fernando Ayala, 1982) pero su planteo minimalista estructurado como un western y la ajustada dirección de Fernando Ayala la equipara al mismo nivel que las otras.

La historia es la de Luis (Federico Luppi) un pintor que vive en el conurbano con su esposa (Haydeé Padilla) y sus tres hijos: un varón, una adolescente (Andrea Tenuta) y la mayor (Susú Pecoraro), embarazada, que construyen una casa al fondo para vivir con el padre de sus mellizas (Manuel Callau). La sequía de las napas en simultáneo con llegada del agua corriente será aprovechado por el capataz (Rodolfo Ranni) para pedirle coimas a aquellos vecinos que quieran el agua corriente y vivan en la cuadra que no corresponde instalar.

Luis se negará a pagar la coima, lo que generará una crisis etíca y moral primero con su amigo (Julio de Grazia) y después con su familia. Cuando Luis lleve hasta las últimas consecuencias su postura y se vea vencido por las circunstancias y el entorno, querrá resolver su situación con lo último de dignidad que le queda pero El Capataz lo humillará al punto de desatar la violencia en Luis.

Cuento suburbano (que anticipa un poco el tema de Un lugar en el mundo (1991) de Adolfo Aristarain), El arreglo basa su atractivo en la sencillez de su narración, en el caluroso contexto de un conurbano polvoriento y caluroso durante las Fiestas, sin caer en la caricatura de los personajes donde hasta los secundarios están bien definidos.

Una gran película del cine nacional.