Mujeres al borde de un ataque de nervios (Pedro Almodóvar, 1988)

 














A partir de Mujeres al borde de un ataque de nervios se produce el quiebre de una carrera que hasta La ley del deseo parecía bucear en el melodrama con personajes fuertes y con esta película retoma el tono de Laberinto de Pasiones pero con una puesta en escena más estilizada y una exquisita composición del cuadro.





Pepa (Carmen Maura) es una actriz de doblaje que acaba de ser abandonada por Iván (Fernando Guillén), en plena crisis nerviosa prende fuego el colchón de su cama y arranca de cuajo el teléfono al tiempo que decide vender su departamento. A su vez, Carlos (Antonio Banderas) y su novia Marisa (Rossy De Palma) buscan departamento para huir de la madre de Carlos (Julieta Serrano), que parece no estar muy bien de la cabeza, y caen en el departamento de Pepa quien descubre que Carlos es el hijo de Iván. Mientras tanto, Candela (María Barranco) pide refugio en el departamento de Pepa, paranoica por haberse relacionado con  un terrorista chihita, y termina relacionándose con Carlos mientras Marisa se la pasa durmiendo gracias a un gazpacho cargado de somníferos. 


El resultado es una comedia pesada, casi teatral, donde la irreverencia calculada de Laberinto de pasiones, aquí vuelve más domesticada y con ataques de histeria que parecen réplicas ingeniosas más que reacciones de los personajes. A pesar de que el guión funciona de manera frenética, la puesta en escena  se hace recargada, con personajes prescindibles (como la de los policías) y otros que lo sacan a flote la actuación (Chus Lampreave), pero que el conjunto deja un sabor a insuficiente, como si estuviera todo para la hilaridad y no queda más que un par de situaciones graciosas con altas dosis de glamour.


Quien sale victoriosa de esta película es Carmen Maura, cuya Pepa la expone a nivel internacional y comienza de alguna manera a repetir el personaje en realizaciones que intentaron emular el tono almodovoriano de la comedia. Curiosamente, Mujeres al borde de un ataque de nervios marca el fin de la relación Almodóvar-Maura quien reaparecerá años después casi como invitada especial.




Con Mujeres al borde de un ataque de nervios Almodóvar pega el gran salto: logra el éxito mundial de público, una nominación al Oscar a la mejor película extranjera y la industria del cine universal le empieza a prestar atención.Un estallido de popularidad cuyas esquirlas harán imposible su reconstrucción.

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