A Midsummer Night's sex comedy (Woody Allen, 1982)

Hay ocasiones que lo mejor que se puede decir de una pelicula de Woody Allen es que dura poco.

Andrew (Woody Allen) es un estrafalario inventor que está casado con Adrian (Mary Steenburgeen), ambos viven en una casa de campo donde van a alojar un fin de semana.al respetado científico Leopold (José Ferrer)  -en pareja con Ariel (Mia Farrow) quien en el pasado tuvo un frustrado romance con Andrew- y al doctor Maxwell (Tony Roberts) junto a su reciente conquista amorosa, la enfermera Dulcy (Julie Hagherty). Los amores cruzados germinarán en esos días de canícula a la francesa pero con un ritmo cansino, pesado, como si Allen tuviera miedo de perder el control de la historia.

El mayor mérito de A Midsummer Night's sex comedy es ser breve y tener un par de situaciones jocosas. Por lo demás, es una película que oscila todo el tiempo entre lo pretencioso y la  metáfora gruesa con ínfulas existencialistas. Esto hace que a pesar de su duración reducida, la película tenga baches importantes y momentos estirados que sólo son salvados por la gracia de Allen. La resolución de la historia (bordeando el realismo mágico) puede ser simpática por su casi homenaje al cine pero la perorata del espíritu mientras se pierde entre otros espíritus flotando en el campo tampoco ayuda a dejar un buen recuerdo de esta película de Allen de muy baja intensidad.