Melinda and Melinda (Woody Allen, 2004)

 















A partir del nuevo siglo, Allen muestra un agotamiento que esquivará en pocas películas pero en su mayoría hay un notorio estancamiento tanto estético como temático.






Melinda and Melinda parte de una premisa interesante: contar una misma historia tanto como drama como comedia. En este caso, la historia de Melinda (Radha Mitchell) quien cae de sorpresa en la casa de Laurel (Chloe Sevigny) (en el drama) y Susan (Amanda Peet) (en la comedia), cargada de un pasado/presente con drogas, malas elecciones y mala suerte. Como en toda película de Allen, las relaciones se entrecruzarán entre los personajes para hacerse presente las infidelidades, los desengaños y varios desbordes amorosos.

El tema es que Allen hace trampa y cuenta la historia de Melinda como drama o comedia según se le antoje pero siempre haciendo avanzar la trama. O sea: intercambia situaciones graciosas o dramáticas pero no es la misma situación contada como comedia o drama. Es así como tenemos a Hobie (Will Ferrel emulando a Allen) quien saca la película adelante en los segmentos cómicos mientras que los dramático son sostenidos por Chloe Sevigny donde su personaje pasa a ser protagonista al cargar sobre sus hombros el naufragio de un matrimonio y una incipiente infidelidad con Ellis Moonsong (Chiwetel Ejiofor) mientras que al personaje de Melinda se le reserva un final demasiado exagerado en el drama y en la comedia, como siempre, el perdedor será el personaje émulo de Woody Allen, en este caso Hobie, quien se quedará con la puerta de la felicidad cerrándose en sus narices. 

Por momentos, la trampa produce el efecto de estar viendo dos películas distintas. A pesar de esto, la trampa no hace daño y pronto se olvida la premisa que Allen, inexplicablemente,  recuerda un par de veces cuando regresa a los cuatro comensales en el restaurante donde se origina el reto.





No es una película descartable; pero al terminar de ver Melinda and Melinda uno tiene la sensación de que no vio nada y, lo peor, no se siente ni bien ni mal con eso.

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