Interview with the vampire (Neil Jordan, 1994)

Las películas de vampiros de a poco fueron degradándose en un manoseo plagados de vueltas de tuercas o repliegues que en muy pocas ocasiones funcionan y justifican el experimento.

En este caso, tenemos al atractivo Louis (Brad Pitt) quien frente al ingenuo y temerario periodista Malloy (Christian Slater), cuenta su historia como vampiro a lo largo de los siglos. Iniciado en el vampirismo por Lestat (Tom Cruise, lo mejor de la película), lo que por momentos parecía ser una excusa para contar otra cosa (por ejemplo, los momentos históricos elegidos), el relato que desgrana Louis termina siendo lo que es: una historia plagada de puntos flojos, momentos ridículos (las aburridas arengas de Lestat a Louis para alimentarse como vampiro, la fuga de las catacumbas gracias a Armand (Antonio Banderas, un vampiro con glamour francés que representa obras de teatro para vampiros), cobardías varias (sacrificar a Claudia (Kirsten Dunst) para no sugerir una relación entre ella y Louis) y reflexiones vacías sobre la condición de ser vampiro, las traiciones y los abandonos.

Neil Jordan (que venía del suceso de The Cryin Game (1993), una película floja pero digna) apenas logra meter a Stephen Rea como marca de autor; por lo demás, no hay ni un ápice de su cosecha (que tampoco es mucha) en este intragable desfile de vampiros estilizados, atractivos para la platea, pero con menos sangre que los cuerpos que terminan de succionar.

En definitiva, un bodrio vacío y olvidable.