Insaciable (Armando Bo, 1976)

 














Por mucho tiempo, las películas de Sarli-Bo tuvieron pésima fama y eran (¿son?) tratadas con desdén por críticos o cinéfilos. Lamentablemente, esto es respaldado por malentendidos que las mismas películas parecieran reforzar desde la actuación de Isabel Sarli o la dirección de Armando Bo. Sin embargo, las películas de Bo con Sarli son de una sexualidad física que (arriesgo) será irrepetible dentro del cine nacional. Y esta sexualidad física siempre viene de la mano de la pasión, una pasión irrefrenable. 




Insaciable cuenta la historia de Carmen (Isabel Sarli), una ninfómana casada con Luis (Jorge Barreiro), un médico con un muy buen pasar y reconocido en el pueblo no tanto por su profesión como por las travesías sexuales de su mujer. Carmen y Luis entienden como pareja que no existe infidelidad en los encuentros sexuales de Carmen porque Luis las incluye dentro de la enfermedad de su esposa. Sin embargo, en esta relación se entromete Alberto (Armando Bó), quien no podrá dominar la pasión que siente por Carmen y hará todo lo posible para quedarse con ella.



Lo interesante de la película es la planificación de Armando Bo a la hora de filmar los encuentros sexuales de Carmen: a simple vista pareciera que hay un interés en explotar el cuerpo de la actriz, sin embargo, la mirada no es vouyerista sino tan impávida como la de un profesional. De hecho, el diálogo de Luis con su colega el Dr. Antúnez (Santiago Gómez Cou) sobre la enfermedad de Carmen le va restando lubricidad a los encuentros para convertirlos en apenas momentos sexuales sin pasión. Esto cambia con los encuentros con Bo, donde sí hay erotismo y pasión pero con una Isabel Sarli prudentemente cubierta y tal vez más estimulante que sin ropa. 



Las lecturas socio-políticas de Insaciable son también interesantes: los que se aprovechan de Carmen son gente de clase alta mientras que Carmen en su rol de clase dominante pretende prácticamente obliga a unos jornaleros a tener sexo con ella sin posibilidad de negarse. El único personaje que se niega (y del cual Carmen abusa) es el hombre de pueblo (Horacio Bruno) que se siente violentado por una clase alta  dominante. Un comentario político bastante más intenso que el cuerpo de Sarli.





Las películas de Armando Bo e Isabel Sarli no han envejecido (de hecho en Insaciable hay definiciones sobre el amor libre y la libertad sexual de la mujer que el Macho de Alberto oye con cara de cavernícola) y me arriesgo a suponer que puede dar más lecturas de lo que parece a simple vista. Es hora de reivindicar/descubrir/revisar la filmografía de este tándem.


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