Woman on top (Fina Torres, 2000)

Isabella (Penelope Cruz) es una brasileña desengañada de su matrimonio que por las infidelidades de su esposo Toninho (Benicio Olivera) termina migrando a EEUU donde logra renombre como cocinera gracias a sus recetas con un toque de realismo mágico. Allí, por supuesto, será cortejada por Cliff (Mark Feuerstein) un productor del canal donde presentas su programa de cocina mientras Toninho aparece en EEUU para recuperar el amor perdido.

Y eso es todo. 

Habrá un dilema amoroso para elegir entre Cliff y Toninho tan intrascendente que poco importa el resultado. Ni siquiera rozar el estilo Almodóvar con Monica (Harold Perrineau), un travesti que es pura decoración cuando no vehículo del chiste fácil aunque el actor le intenta dar entidad, alcanza para salvar el argumento..

Tampoco la belleza ni el carisma de Penélope Cruz alcanza; y eso que esta película está hecha para que se luzca la actriz. Como pasara un lustro atrás con Antonio Banderas en algunas películas previo a Desperado (Robert Rodriguez, 1995), Cruz está en la duda de presentarla como una objeto sexual exótico (línea directa con el Bigas Luna de Jamón Jamón (1996), o como una ingenua latinoamericana traicionada en su amor propio (Todo sobre mi madre, Pedro Almodóvar, 1999).  Al final, con ese ni tanto ni tan poco,  la historia termina por ser un plato desabrido y tibio.

Mis quejas al chef.