Europa Europa (Agnieszka Holland, 1990)

 

Sally (Marco Hofschneider) es un judío de veinte años que en su fuga de la persecución nazi termina siendo parte de la juventud hitleriana. Lo paradójico es que ese lapso compartido con los jóvenes nazis van a ser lo mejor que le pasó desde la fuga. Incluso llegará a enamorarse de Leni (Julie Delpy), una ferviente adolescente nazi que pretenderá tener un hijo con Sally para ofrecérselo al Führer pero como Sally no puede mostrar su miembro circuncidado él rechazará tener sexo con ella y Leni lo abandonará ofendida.  A partir de ese momento, la suerte de Sally comienza a esfumarse cuando sea enviado por los alemanes al frente de batalla y caiga prisionero de los rusos quiénes no le creen que sea judío y decidan fusilarlo. Sin embargo, el destino le tiene reservada otra vuelta de tuerca.

Con un poco de osadía e imaginación, Holland se hubiera anticipado a Benigni en la idea de construir una comedia a partir del Holocausto; sin embargo, la directora subraya con diálogos lo que la puesta en escena niega (toda la huída de Sally está planteada con ligereza casi cómica chocando con la solemnidad de los diálogos) e incluso llega a hacer una mezcolanza en la escena de Sally con la madre de Leni (Halina Labonarska) donde pareciera expurgar culpas la película más que los personajes. 

Además, Agniezka Holland confunde el punto de vista del protagonista con la mirada del espectador (falla que repetiría Roberto Benigni en La vita é bella (1997). Esto hace que la historia pierda dramatismo y sea apenas una ilustración de cómo Sally evita, por milagro, ser descubierto. El non plus ultra de esto es la explosión de un edificio gubernamental donde están sus documentos que lo señalan como judío y que si la película estuviera planteada como comedia, hubiera sido un efectivo gag. 

En definitiva, solamente Julie Delpy logra trasmitir la fascinación por el nazismo en los ojos de una Lina que ignora o no quiere reconocer las atrocidades que cometen los líderes de su partido. El resto del elenco recorre la película con la misma mecánica de Sally: sigue una línea de puntos que conduce a un final sin nada interesante que ofrecer.