¡Tango! (Luis Moglia Barth, 1933)

 

Primera película sonora del cine argentino. Y más allá de la novedad, se intentó también hacer un homenaje al género costumbrista teatral para adaptarlo al nuevo lenguaje.

Alberto (Alberto Gómez) está enamorado de Tita (Tita Merello) que a su vez es pretendida por Malandra (Juan Sarcione). En un duelo por el amor de Tita, Alberto hiere de un cuchillazo a Malandra y huye a París con Pepe El Bonito (Pepe Arias) donde ambos encuentran el éxito como artista uno y manager el otro. También Alberto se topa con una enamorada, Elena (Libertad Lamarque), pero que no puede hacerle olvidar a Tita. Las vueltas de la vida propiciarán un regreso al terruño para intentar recuperar el amor que se perdió a instancias de Berretín (Luis Sandrini), quien actualiza la información.

¡Tango! es más dinámica que la rígida The Jazz Singer (Alan Crosland, 1927), la primera película sonora estadounidense; no sólo por el ritmo (que anticipa las genialidades del primer Manuel Romero), sino por la modernidad de los personajes que interpretan Tita Merello, Luis Sandrini y en especial Pepe Arias que ya construía el caracter que luego lo haría famoso por más de tres décadas. Moglia Barth aprovecha muy bien el grupo de actores y logra con ellos que la película avance sin problemas y con una frescura picaresca que todavía persiste, en especial las escenas en el cabaret parisino.

Eso sí, las intervenciones de Azucena Maizani como prólogo y epílogo no era necesarias; pero el juguete nuevo pedía música y había que ofrecerla.