Stromboli, terra di Dio (Roberto Rossellini, 1950)
Drama de la posguerra que se adelanta en su mirada feminista a partir de observar las costumbres de un pueblo del sur de Italia.
Karen (Ingrid Bergman) es una refugiada en espera de una extradicción a Argentina que finalmente le es negada. Sin más presente que la ropa que lleva puesta, acepta casarse con Antonio (Mario Vitale) un soldado que, alambrado mediante del campo de refugiados, la seduce todos los días con promesas de matrimonio. Mario regresa con Karen a su aldea natal, Stromboli (una isla siempre pendiente de la erupción de su volcán), y muy pronto la relación de esta pareja comenzará a resquebrajarse a partir de las férreas costumbres de los habitantes del poblado que ven con malos ojos que Karen pinte su casa, camine sola o hable con otro hombre. Este acoso despertará en Karen la necesidad de huir de Stromboli y seducirá al Hombre del faro (Mario Sponzo) para que la ayude a escapar. La acción será frustrada cuando las mujeres del pueblo avisen al marido de la infidelidad de Karen. Pero para ese entonces, Karen decidirá escapar sola, bordeando el volcán a pesar de que éste ya ha entrado en erupción y las nubes tóxicas le impiden ver por dónde camina.
Si ya la trama principal es brillante, Rossellini -en un registro documental- le agrega atractivo al mostrar las actividad de los pescadores de Stromboli. El trabajo de los pescadores desde el momento de tirar las redes hasta el instante que las retiran para recoger lo pescado refuerzan la trama pero al mismo tiempo ayuda a comprender la lógica de los habitantes del pueblo que integra Mario. Después de esos momentos, Mario nos parece un hombre superado por el esfuerzo de su oficio (un esfuerzo inmenso que el director se encarga de exponer sin vacilaciones), que no tiene el descanso suficiente como para reflexionar sobre las vetustas costumbres de su pueblo.
El final de Stromboli es oscuro, con Karen envuelta por las nubes tóxicas de un volcán en búsqueda de una vida libre. Sin embargo, Rossellini no busca culpables ni mártires; sencillamente (y nada menos) reflexiona sobre el futuro de la mujer luego de la guerra, los cambios en su manera de ver el mundo y los roles que va a ocupar luego de años de sobrevivir sin un hombre al lado.
Como toda obra maestra, Strómboli sigue tocando un nervio que aún persiste en la sociedad. No ha envejeció nada. Y, por supuesto, vale la pena verla.
Filmografia Roberto Rossellini hasta Stromboli
1942- Un piloto ritorna. 1943-L' uomo dalla croce. 1945-Roma Cittá aperta. 1946-Desiderio; Paisá.
1948-Germania Anno Zero; L' Amore.
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