Yojinbo (Akira Kurosawa, 1961)

 




Sanjuro (Toshiro Mifune), un samurai sin amo a quien proteger luego del cambio social en el Japón del siglo XIX, vaga por las zonas rurales hasta que el azar lo lleva a un pueblo donde se disputan el poder dos bandas: la de Ushitora (Kyu Sazanka) y la de Seibe (Seizaburo Kawazu). Esta contienda sólo alimenta la riqueza de los capos de ambas bandas mientras que el pueblo sufre la pobreza y el descontrol. Luego de demostrar sus artes en la pelea, Sanjuro será contratado por Ushitora como matón para luego ser tentado por Seibe. Sanjuro, aprovechando esa situación, jugará a dos puntas para liberar al pueblo de ambas bandas.


Por supuesto, la historia recuerda a la novela Red Harvest (1929) de Dashiell Hammet y Kurosawa es consciente de que la fuente de su guión no está tan disimulada como para hacerse el desentendido. Por lo tanto, construye la película como un film negro, con una banda de sonido con ecos jazzeros (sin perder, por supuesto, la escencia japonesa) y con tomas que parecen sacadas de los clásicos de la Warner (contrapicados, picados, planos cortos), además de personajes que son fácilmente emparentables con los gángster del cine estadounidense. 


Sin embargo, Kurosawa no plantea una película oscura y violenta, sino que el tono es casi como una comedia de enredos, con muchas idas y vueltas, personajes estrambóticos (los integrantes de la banda de Seibei son todo un delirio), hasta la insólita caracterización de un samurai muy europeizado como Unosuke (Tatsuya Nakadai) que parece salido de una película de Jean-Pierre Melville. Incluso, el personaje de Toshiro Mifune como un tipo duro, desfachatado, con réplicas filosas, resulta un tanto festivo y anticipa al héroe de muchas películas de acción hollywoodense que aún hoy persiste.


A pesar de esto, Yojinbo envejeció bastante; en parte porque su humor inocentón dejó de ser compatible con la soterrada violencia del relato. Por lo demás, el resultado es efectivo, pero con quince minutos menos la película hubiera ganado en contundencia.  Aún así, tiene imágenes gloriosas (en especial los picados y contrapicados) que valen la pena (re)visitar. 




Filmografia de Akira Kurosawa hasta Yojinbo


1943- Sugata Sanshiro

1944- Ichiban Utsukushiku

1945- Zoku Sugata Sanshiro;  Tora no o wo fumu otokotachi

1946- Asu o tsukuru hitobito; Waga seishun ni kuinashi

1947- Subarashiki nichiyoby

1948- Yoidore Tenshi

1949- Shizukanaru ketto; Nora Inu

1950- Shubun; Rashomon

1951- Hakuchi

1952- Ikiru

1954- Sichinin no samurai

1955- Ikimono no Kiroku

1957- Kumonosu-jo; Donzoko

1958- Kakushi-toride no san-akurin

1960- Warui yatsu hodo yoku nemuru

        


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