Crónica de un niño solo (Leonardo Favio, 1965)

 

Leonardo Favio debuta en la dirección inspirándose en el Francois Truffaut de Les quatre cents coups (1959); pero si bien la película (en especial el final) remite a la opera prima del director francés, también tiende lazos con e neorrealismo italiano sin perder la mirada argentina que será la marca de agua del director a lo largo de su filmografía.

Polín (Diego Puente) es un chico que pasa sus días en un reformatorio. Su único contacto familiar será durante las ocasionales visitas que dejan más gusto amargo que cariño. Tras una serie de castigos injustos, Polín le pega a un celador del reformatorio y es encerrado en una celda. En un momento de descuido, logra escapar del lugar para regresar a la villa donde vive su familia. Allí volverá a frecuentar a sus amigos, a conocidos adultos (Fabián (Leonardo Favio) un cafiolo que regentea a la hermana) y a la vida desangelada de un lugar hostil y sin mucho horizonte. Y si hay un horizonte, es el mismo con el que se inicia la película.

A diferencia de la película de Truffaut, en la película de Favio casi no hay adultos que se relacionen con Polín de manera cercana (salvo Fabián) y si lo hacen es por pura obligación laboral o burocrática (los profesores del reformatorio o los agentes de policía) y siempre de manera violenta. Esa violencia será también repetida por los niños en una de las mejores escenas de la película que es cuando Polín y su amigo se bañan en el río y son asediados por un grupo de chicos casi adolescentes. La sensación de peligro que construye Favio solamente con silencios, miradas y la cobardía de Polín al dejar solo a su amigo a merced del grupo de chicos, son una muestra de las intenciones de Favio en llevar más allá de Truffaut la complejidad de la niñez abandonada.

Favio en su opera prima evita simplificar la lectura de la pobreza. No se propone dar un mensaje moralizante o colocarse por encima del mundo que retrata. Con la suma de las imágenes le es suficiente para llenar al espectador de preguntas que fácilmente puedan llegar a una conclusión. 

Una película contundente y desangelada que es un debut prometedor para quien demostraría luego ser uno de los grandes directores del cine mundial.