El dependiente (Leonardo Favio, 1969)




Leonardo Favio llega a la perfección del estilo minimalista que inició con Crónica de un niño solo y profundizó en El romance del Aniceto y la Francisca.








Fernández (Walter Vidarte) es el empleado de Don Vila (Fernando Iglesias "Tacholas"), un ferretero de pueblo con varios años a cuestas de quien Fernández espera heredar el negocio. Fernández también comienza una relación con la Señorita Plasini (Graciela Borges), quien vive con su madre, (Nora Cullén) -cuidadora de un templo abandonado- y con un hermano idiota. La relación entre Fernández y la Señorita Plasini estará cimentada entre la sexualidad contenida de ambos, la esperanza de que Don Vila muera para heredar el negocio y una esperanza de libertad anhelada desde siempre. Cuando finalmente Don Vila muera y las aspiraciones de Fernández se cumplan, entrará en escena la ironía en la peor de sus formas.


Filmada en un riguroso blanco y negro de luto, El dependiente es desde lo formal una puesta en escena perfecta y asfixiante. Su ausencia de colores representa la manera en que los personajes principales miran la vida y cómo la seguirán mirando por toda la eternidad. Fernández, encorsetado por su uniforme, acepta sumiso la telaraña que la Señorita Plasini va tejiendo alrededor suyo hasta inmmovilizarlo. Para la señorita Plasini, Fernández representa la libertad tanto como para Fernández la muerte del viejo Vila.  Sin embargo, los dos ambicionan una libertad que no van a poder compartir.


Que la historia se desarrolle en un pueblo, no le quita pesadumbre. El guión no idealiza la vida pueblerina: detrás de la monotonía constante de los días se esconde la ambición y el odio. En esto, el guión preciso de Zuhair Jury se encarga de no justificar las motivaciones de Fernández con aspiraciones a huir en busca de las luces de la ciudad. Fernández quiere ser alguien en la comunidad en donde vive; lo mismo que la señorita Plasini, quien se considerará respetada si contrate matrimonio con alguien socialmente respetado. 


Pero si la puesta en escena y el guión son precisos, las actuaciones son descomunales. Graciela Borges y Walter Vidarte llevan adelante el juego de gato y ratón con un preciosismo mayúsculo; en tanto Nora Cullén -cuyo personaje podría caer en la caricatura- termina siendo una inquietante incomodidad con el correr de los minutos. 


Como broche, El plano final de El dependiente es pura exqusitez cinematográfica.



Con esta película, Favio cierra su período minimalista. Años después daría el gran salto con Juan Moreira donde su estética y estilo cambiaría sin perder la calidad de su obra.




Filmografía de Leonardo Favio hasta El Dependiente


1965- Crónica de un niño solo
1967- El romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más.

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