Gake no ue no Ponyo (Hayao Miyazaki, 2008)

Miyazaki toma el relato de Andersen para desglosar -una vez más- su temática a favor de la naturaleza y en contra del desastre ecológico en el que la humanidad se ha metido.

La historia es sencilla: un ser acuático -que luego mutará en una niña- entablará una fuerte relación con Sosuke, un chico que vive  casi de manera solitaria ya que su padre marinero pasa la mayoría del tiempo en altamar y su mamá trabaja todo el día en un asilo de ancianos. Después de un maremoto, aparece este ser acuático en el jardín de Sosuke al que terminará por bautizar como Ponyo. A medida que conviven -y Ponyo comienza a tener forma humana- la relación entre estas criaturas se ensamblará de tal manera que hay una simbiosis que se definirá con otro maremoto y que generará un final, por lo menos para mí, ambiguo.

El último maremoto dejará casi la totalidad de la ciudad bajo el agua. El asilo de ancianos donde trabaja la mamá de Sosuke correrá la misma suerte. En pos de salir al rescate de su mamá, Sosuke y Ponyo saldrán navegando en un barco de juguete que la magia de Ponyo hará grande para que quepan ellos dos. A medida que avanzan hacia el encuentro con la madre de Sosuke, Ponyo comenzará a debilitarse y al entrar a un túnel comenzará a agonizar. Al otro lado del túnel, Sosuke encontrará a las ancianas que habitaban el asilo y a su madre. Todas están encerradas en una burbuja mientras la madre de Sosuke y el padre de Ponyo hablan sobre la relación de sus hijos. 

Es evidente que hubo una tragedia que la película muestra pero disfraza. En ese disfraz logra romper la verosimilitud con un mundo subacuático donde van a parar todas las personas que deberían, por la lógica del fenómeno natural, estar muertas. La aventura de Ponyo y Sosuke termina en la puerta del túnel con Ponyo casi muerto. Lo que viene después es un epílogo de corte fantástico que si bien se relaciona con el resto de la película, desencaja de lo que vimos hasta el momento.

Pero además, la tragedia se potencia con los detalles de la cantidad de basura que los barcos con sus hélices y redes van revolviendo en un fondo de mar lleno de desechos de todo tipo y que terminará generando la ira del padre de Ponyo y su venganza a través del maremoto que inundará la ciudad. ¿Hay en este descenlace fantástico y tranquilizador una hendija que deja ver lo que ocurrió en realidad y que solo se astiba por algunos personajes que lograron escapar del maremoto? La resolución fantástica de Gake no ue no Ponyo, intuyo, sirve para velar el triste descenlace de una tragedia tan natural como evitable.

Filmografía de Hayao Miyazaki hasta Gake no ue no Ponyo

1979- Rupan Sansei: Kariosutoro no shiro

1984- Kaze no tani no Naushika; Mirai shonen Konan Tokubetsu-hen: Kyodaiki Giganto no Fukkatsu

1986-Tenku no shiro Rapyuta

1988-Tonari no Totoro 

1989-Majo no takkyubin

1992-Kurenai no buta

1997-Mononoke-hime

2001-Sen to Chihiro no kamikakushi

2004-Hauru no ugoku shiro