Desiderando Giulia (Andrea Barzini, 1986)
Entre finales de la década del '70 y el '80, el cine italiano encontró en el soft-core una veta que lo llevó a ganar algún terreno comercial donde el erotismo era apenas una excusa para no cruzar el limite a la pornografía. Hubo directores que se pasaron directamente al otro lado (como el icónico Tinto Brass o Joe D'Amato, aunque con pretensiones menos artísticas) mientras que otros siguieron haciendo equilibrio en un erotismo con algo de calidad formal.
En este caso, tenemos a Emilio (Johan Leysen) -un viudo escritor que vive en una casona lúgubre con su hermana Amalia (Valeria D' Obici)- quien en una fiesta conoce a Giulia (Serena Grandi) y a partir de ahí ambos disfrutarán el placer de sus cuerpos. Esta relación provocará los celos de Amalia cuya autoestima progresivamente se irá degradando hasta llegar a una crisis nerviosa. Mientras, Giulia se aburrirá de Emilio, querrá separarse de él y Emilio perderá los estribos.
El erotismo de Desiderando Giulia es bastante rudimentario. Serena Grandi (más allá de sus bondandes físicas) no parece estar tocada por la gracia y su personaje, muy tosco, está, sin sutilezas, abiertamente usado para los desndudos. Tampoco se entienden muy bien los celos de Amalia. ¿Por qué Emilio y Amalia no es un matrimonio que enfrenta la infidelidad en lugar de meterse con un tema tan espinoso como un incesto en ciernes? Como si fuera poco, a Amalia se le mete a la fuerza una relación con Stefano (Sergio Rubini), un exitoso escritor que es tan decorativo para la historia como ella.
Poco erotismo, hecha a las apuradas, ni Serena Grandi logra despertar interés de esta opera prima.
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