Nuovo Cinema Paradiso -versión extendida- (Giusseppe Tornatore, 1988)






La versión de casi tres horas de Nuovo Cinema Paradiso (una hora más que la re-estrenada mundialmente y que es, en realidad, el montaje original de la película al momento de su estreno en Italia) desliza las columnas que sostenían la historia anterior y construyen una película absolutamente diferente.






Con el agregado, la película es más equilibrada, incluso madura. Ya no es una celebración al cine, sino la vuelta al terruño de un Totó adulto (Jacques Perrin) con una vida a cuestas y no simplemente con una carrera consolidada. Mientras que en la versión acortada, el Totó adulto pretendía recuperar al Totó niño (Salvatore Cascio), en la extendida se cambia totalmente la relación de Totó con su pasado y con su presente. El Totó adulto no es feliz y la muerte de Alfredo (Philippe Noiret) lo obliga a revisar el entusiasmo que tenía cuando  niño y sobretodo de joven.



Y la juventud es lo que define al Totó adulto en esta versión. Si en la anterior el segmento de la juventud de Totó (Marco Leonardi) molestaba y parecía un paso obligado para llegar al emotivo descenlace, en la versión extendida tiene más peso al estar mejor desarrollada la relación entre Toto y Elena (Agnese Nano). Incluso, quien pierde presencia en el mundo de Totó joven es el personaje de Alfredo a pesar de que impulsa la emigración del muchacho. 



Obviamente, el regreso de Toto adulto es el segmento más novedoso: ahi se recupera al personaje de Elena ya adulta (Brigitte Fossey, que aparecía durante los créditos finales de la otra versión), después de una búsqueda con tal vez demasiadas y forzadas casualidades. El encuentro amoroso entre ellos (casi un engaño para ambos y podría haber sido un momento ridículo; sin embargo, Tornatore lo filma con mucho tacto) cerrará definitivamente la asignatura pendiente que tenía Totó con Montaldo.


Con lo agregado, la potencia que trasmitían las imágenes finales en la versión acortada se diluye porque en esta versión la idea de una madurez inevitable, el saber que nada es eterno y que los buenos recuerdos no pueden volver a ser presente contrasta con la nostalgia de felicidad irrecuperable que proponía la película anterior. Incluso la banda sonora de Ennio Morricone está más integrada a la historia cuando en la anterior era casi un personaje más que acompañaba las correrías de Totó niño.

En definitiva una película muy diferente e igualmente rescatable. Eso sí, sin la magia de la otra versión.



Filmografía de Giusseppe Tornatore hasta Cinema Paradiso


1986- Il Camorrista

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