La maestrita de los obreros (Alberto de Zavalía, 1942)

 

Delia Garcés, una maestra recién recibida, debuta en su profesión dando clases en un colegio para adultos ubicado en una zona turbia donde se mezclan cafiolos con obreros de trabajo pesado  con ganas de progresar en la vida. El matón del barrio (Oscar Valicelli), rechazará primero a la docente para luego enamorarse de ella pero, cuando quiera comenzar a estudiar, la tragedia impondrá su presencia en la relación de los personajes.

Lo mejor de La maestrita de los obreros es la muy buena ambientación de una zona fabril y lo convincente de la mezcla entre obreros y malandras que son resultado del mismo problema: la explotación laboral. La película resuelve este dilema con la educación al ciudadano para que este progrese pero al mismo tiempo deja bien marcada la diferencia entre una recibir una educación en  una zona pudiente y recibirla en una zona marginal (la maestra regresando al acomodado colegio secundario de donde egresó para hacer catarsis de sus dudas acerca de educar).

Una película que no carga las tintas pero, con trazo muy sutil, expone problemáticas sociales y culturales en una puesta en escena clásica, con una fotografía que la emparenta casi con el cine negro y con el melodrama como columna vertebral. Un clásico del cine argentino merecedor de una visión.

Fragmento

Filmografía de Alberto de Zavalía hasta La maestrita de los obreros

1935- Escala en la ciudad

1938- Los caranchos de la Florida

1939- La vida de Carlos Gardel

1940- Dama de compañía

1941- 20 años y una noche