The sugarland express (Steven Spielberg, 1974)







Lou Jean (Goldie Hawn), al salir de la cárcel por un delito menor, se entera de que su hijo está en un hogar sustituto por orden del estado. Para recuperarlo irá a la cárcel donde cumple condena Clovis (William Atherton), su pareja, y lo obligará a fugarse a pesar de que está a punto de salir en libertad condicional. Fortuitamente, toman de rehén a un policía, Slide (Michael Sacks), y así desatarán una cacería donde todas los patrulleros de los estados aledaños los perseguirán por las rutas encabezados por el Capitán Tanner (Ben Johnson) mientras la pareja va en busca de su hijo.

Primera película para cine de Steven Spielberg y al igual que su telefilm Duel (1971) está ubicada dentro del género de película de camino. Más allá de algunas indecisiones en el tono (parece una comedia pero termina por ser un film dramático), Spielberg sabe lo que quiere y despliega un poderoso manejo visual con un maravilloso aprovechamiento de los espacios abiertos que remiten al western reforzado por la presencia de Ben Johnson.  Pero además es tanto una película intimista como una reflexión sobre una sociedad exacerbada por los medios de comunicación tanto para bien (la gente que ayuda a los evadidos) como para mal (los cazadores furtivos dispuestos a matar a la pareja) y donde las diferencias sociales definen el destino de las personas.

Lou Jean y Clovis son el resultado de familias que los desprecia (el momento en que el padre de Lou Jean le habla a su hija es tan incómodo tanto por la puesta en escena casi documental como por el diálogo dicho a secas, casi con desprecio). En tanto, el policía Slide empatiza con la pareja porque la reconoce como parte de su escala social y comienza a mostrarles una salida alternativa al final que está seguro les espera. Algo parecido le sucede al Capitán Tanner. El capitán pertenece a un tiempo que ya no volverá donde las cosas se resolvían de manera más sencilla. 

Sin embargo, el comentario social más notable es el matrimonio que adopta al bebé de Lou Jean y Clovis. No sólo es un matrimonio de una clase social solvente, sino que también representan un espíritu conservador, de armas tomar, que desprecia a las clases inferiores. La ley evidentemente está de su lado y los trata de manera diferente a la pareja de fugitivos a pesar de que el padre adoptivo del bebé se ofrece para dispararle a la pareja en cuanto se acerquen a la casa. El final de la película, con Tanner y Slide como siluetas que perdieron cualquier rasgo de personalidad luego del descelance, es casi el cierre de un western crepuscular.


Gran opera prima de Steven Spielberg, con una muy buena actuación de Goldie Hawn y una fotografía exquisita de Vilmos Zgimond. Película poco mencionada e injustamente relegada dentro de la filmografía del director.


Avance cinematográfico



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