Amalia (Enrique García Velloso, 1914)






Basada en la extensa novela homónima de José Mármol, Amalia es el ambicioso proyecto de adaptar un texto voluminoso y estar a la altura. Y la ambición se trasluce en imágenes donde se nota un ansia de gran producción con vestuarios de época y tomas en el exterior. En cierto sentido, los primeros minutos se pueden ver como un documental sobre el rodaje de la película pero con el rodaje fuera de campo (aunque por ahí aparece el brazo del director dando indicaciones). Y es que en la primera parte hay una vacilación sobre cómo filmar la historia: la presentación de los personajes remite al teatro y cierto aire amateur en las actuaciones dan a entender màs un divertimento entre adultos que la intención de interpretar a un personaje. Esto se traduce en momentos con muchos actores delante de cámara, bastante rigidez en la puesta en escena y una errática acumulación de situaciones.


Sin embargo, cuando ya está planteado el tema, la película en los tramos finales logra cierta agilidad en la narración (con evidente inspiración en David Wark Griffith) con especial esmero en el uso del montaje que remite a un salvataje a último momento y un final romántico.

Por último, y seguramente, la posibilidad de filmar esta pelìcula también tiene mucho que ver con la ideología de la obra literaria (Amalia es una novela antirosista) y en la película los simpatizantes de Rosas son innecesariamente violentos sin ninguna lógica dentro de la acción.


Considerado el primer largometraje del cine argentino.



Fragmento cinematográfico






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