The Bridges of Madison County (Clint Eastwood, 1995)
Tras la muerte de su madre Francesca (Meryl Streep), los hermanos Carolyn (Annie Corley) y Michael (Victor Slezak) empiezan a leer su testamento y a revisar los objetos que su madre ha guardado por años. La primera sorpresa es enterarse que la madre pide ser cremada y que sus cenizas sean arrojadas en el puente Rooselvet, algo insólito para ellos porque en el cementerio hay una parcela reservada al lado de su esposo. La segunda sorpresa será cuando encuentren los diarios de Francesca donde describe el encuentro con Robert Kincaid (Clint Eastwood) -un fotógrafo del National Geographic que fue enviado a fotografiar los puentes del condado de Madison- la vez que ellos y su padre Richard (Jim Haynie) partieron por cuatro días a presentar un toro en un concurso. Entre Francesca y Robert nacerá una pasión muy fuerte que llevará al fotógrafo pedirle a Francesca que abandone su familia y se vaya con él.
Eastwood se toma su tiempo para desarrollar la trama a fuego lento, contagiándose del paisaje bucólico y del ritmo tranquilo del campo. Es hábil a la hora el devenir cotidiano de ese pueblo contrastado con la rutina diaria de Francesca como madre y esposa. La aparición de Robert es una puerta que se abre para Francesca. El único problema -que la película no resuelve y que la actuación de Mery Streep y el clasicismo de Eastwood logran disimularlo bastante- es qué motiva a Francesa a traspasar esa puerta.
En las primeras escenas es evidente que Francesca siente una atracción física hacia Robert. Lo que queda la duda es si Francesca sigue el coqueteo solamente para terminar teniendo sexo o verdaderamente siente amor. A juzgar por el recorrido de los personajes, el que se enamora de Francesca es Robert. Las excusas de Francesca para no acompañarlo en la fuga que le propone Robert es para no explicitar que ella simplemente quería sexo. Sin embargo, la película no puede asumir la libertad sexual de Francesca y necesita generar una pasión amorosa que no es compartida; como si únicamente aceptara la infidelidad de Francesca si existe amor por Robert. Si la escena de las camionetas sigue funcionando, no es tanto por lo que deja Francesca sino por lo que pierde Eastwood. Por eso el epílogo, con el amor luego del paso de los años y el deseo de esparcir las cenizas por el puente Rooselvet, suena forzado
Sin lugar a dudas, el sostén de la película es la descomunal interpretación de Meryl Streep. La mirada a medio camino ente la resignación y el cansancio, la postura del cuerpo que la transforma en una ama de casa con años de trabajo y, por sobre todo, su desgarrador llanto en la mítica escena de las camionetas que es un clásico en sí mismo y la película no sería lo mismo con otra actriz.
Una falsa película romántica, una atípica obra dentro de la filmografia de Eastwood y al mismo tiempo su éxito incuestionable como director.
Avance cinematográfico
Filmografía de Clint Eastwood hasta The Bridges of Madison County
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