High Plains Drifter (Clint Eastwood, 1973)

En un pueblo aparece de la nada un jinete (Clint Eastwood) que viene a sacudir los cimientos del lugar por venganza: violará a la prostituta del pueblo (Marianna Hill), luego tendrá una relación con la hija de una familia religiosa y, finalmente, cuando lo quieran echar del pueblo combatirá a sus enemigos.

La segunda película de Eastwood pareciera ser una apuesta a lo seguro luego de su debut con Play Misty for me, (1971) que a pesar de sus abundantes baches en la narración, se podía percibir la elegancia de Eastwood a la hora de narrar y al mismo tiempo la capacidad para sacar adelante un guión un tanto clase B. La elección de un western lo retrotrae a su época como protagonista de los spaguetti-western de Sergio Leone pero también a una excesiva confianza en el género, lo cual se nota bastante y es uno de los puntos flojos de la película.

Eastwood intenta emular a aquellas películas operísticas de Leone pero no parece dar en la tecla y hay escenas muy largas, insostenibles (a pesar de la muy buena fotografía), explicaciones que no agregan nada (el origen del protagonista principal), personajes secundarios demasiado esquemáticos (la prostituta) y un regodeo en una virilidad machista (la violación como supuesto método de seducción) que puede confundirse con sadismo.

Si esta hubiera sido el debut de Eastwood podríamos estar hablando de un comienzo balbuceante pero comparada con su primer obra  High Plains Drifter es bastante inferior.

Avance cinematográfico

Filmografía de Clint Eastwood hasta High Plains Drifter

1971- Play Misty For me