Yves Saint Laurent (Jalil Lespert, 2014)
Yves Saint Laurent (Pierre Niney) era un tímido chico que bosquejaba vestidos para Christian Dior (Patrice Thibeaud) hasta que se independizó y comenzó a liderar la industria de la moda con sus innovaciones al tiempo que vivía al límite cuidado siempre por Pierre Bergé (Guillaume Galliene), su mano derecha y pareja de tipo formal.
A pesar de que es su personaje principal y su razón de ser, la película trata a Saint Laurent con cierta indiferencia: hay una puesta en escena bastante chata -con claras deudas estéticas a Martin Scorsese en la época de los setenta-, más interesada en la homosexualidad de Laurent que en su personalidad; y sobre todo -y el error más llamativo- es el descuido en cuanto a lo más importante en la vida de este personaje y la razón por la que, justamente, se está haciendo la película: el mundo de la moda.
Este descuido es tan notorio que el final -sin dudas, lo mejor- es una muestra de lo que la película pudo ser y jamás tuvo la intención. En ese final, la artificiosidad del mundo de la moda, el ritmo del montaje durante el momento en que Saint Laurent recorre una pasarela con los reflectores apuntándole como una estrella, es justamente lo que la película anteriormente venía negando como si no fuera importante o no lo hubiera tenido en cuenta.
Esto hubiera sido pertinente si por lo menos hubiera una mirada social para ubicarlo a Laurent dentro un contexto histórico o su ubicación en el mundo de la moda, pero la insistencia en contar una vida en retazos que dramáticamente no agrega nada y como anécdotas son bastante remañidas, terminan por redondear una película floja, poco interesante a pesar del esmero de sus dos protagonistas principales en darle cuerpo a sus criaturas.
Comentarios
Publicar un comentario