Ko to tamo peva (Slobodan Sijan, 1980)

Durante la Segunda Guerra Mundial, un colectivo recorre los fangosos camino de un pueblito serbio con un viejo conductor como vendedor de boleto (Pavle Vuisic) -quien le relegó el volante a su hijo Misko (Aleksandar Bercek)- y algunos pasajeros, entre ellos un cantante (Dragan Nikolic), una pareja de recién casados (Neda Americ y Slavko Stimac), un cazador (Tasko Nacic), un pasajero regular (Boro Stjepanovic) y dos niños gitanos que abren y cierran la película (Miodrag Kostic y Nenad Kostic). Durante el recorrido,  se encontrarán con tropas rusas, riñas croatas y otras situaciones cada vez màs peligrosas.

Con un registro documental, Slobodan Sijan (1946) carga la película de un humor muy negro que utiliza para describir el estado de una sociedad en constante tensión a pesar del entorno bucólico y de la amabilidad que se va perdiendo de a poco cuando las pertenencias son amenazadas y se castiga al más débil (tanto por ser niños como por ser gitanos). El sinsentido de la incipiente violencia se dimensiona con la guerra en segundo plano hasta que la aparición de unos militares rusos anticipan un final grotesco que se puede ver como una reflexión sobre la irracional violencia de la humanidad.

 

Ko to tamo peva es impactante desde sus intenciones y demuestra que Emir Kusturica tiene sus bases en una cinematografía aún por descubrir..