Los Irrompibles (Emilio Vieyra, 1975)

Harry El Caliente (Jorge Martínez) y Billy El Frío (Ricardo Espalter) son dos cazadores de asaltantes estadounidenses que son contratados por una compañía minera argentina para descubrir y proteger los cargamentos de oro y dinero que la minera envía desde San Luis. Lo que descubren es que alguien de los integrantes del directorio de la compañía (encabezado por Santiago Gómez Cou y Roberto Escalada)  es el entregador que le informa a la banda de Rolando Dumas y Bettiana Blum. Durante la investigación  serán ayudados por cuatro ángeles guardianes que los sacarán de diferentes apuros (Enrique Almada, Berugo Carámbula, Andrés Redondo y Eduardo D' angelo).

Sin lugar a dudas, Mel Brooks y su Blazing Saddles (1974) le sirvió de inspiración a Emilio Vieyra (1920-2010) para realizar este southern que está lejos de lograr la comedia (aunque ese es su objetivo), está aún más lejos de la acción (aunque en esto zafa en algunos pasajes) y si muy cerca de algunos spaghetti western de consumo rápido y despreocupado donde poco importa la lógica del relato en tanto entretenga.

Pero Los Irrompibles no entretiene. Todo es rutinario a nivel de programa de televisión; es así como el romance Harry El Caliente y Laura (Graciela Alfano) importa poco, las morisquetas de Ricardo Espalter no causan gracia y la presencia del cuarteto de ángeles protectores es inexplicable a cualquier nivel de lógica (incluso religiosa) aunque la intención sea un homenaje a los Hermanos Marx.

En definitiva, una película que únicamente tiene como interés la curiosidad.